Uno de los estrenos de la Semana
Santa, quizás el más esperado y que creará más expectación entre los cofrades
de Estepa, será el nuevo misterio de la hermandad del Dulce Nombre de Jesús, un
magnífico trabajo del escultor sevillano Darío Fernández Parra.
El 8 de noviembre de 2015 la
actual Junta de Gobierno de la hermandad, encabezada por su hermano mayor, D.
Fernando Atero Blanco, hacía publica la aprobación, en Cabildo de Oficiales, de
las nuevas imágenes que acompañarían al titular de la hermandad, el Dulce
Nombre de Jesús, en su paso de misterio, sustituyendo a los actuales Doctores
de la ley labrados en el taller de Olot y que han procesionado junto a la
Imagen desde el año 1954. La corporación, tras madurar la idea de sustituir las
antiguas imágenes secundarias, debido a su falta de dinamismo y transmisión,
sumándoles, además de la antigüedad citada, el mal estado de conservación que
presentaban, volcó toda su confianza en el imaginero sevillano, Darío Fernández
Parra, cuyos dotes artísticos y técnica ejecutoria le hacen ser, a pesar de su
juventud, en una de las presencias más interesantes del mundo de la escultura
sacra andaluza a día de hoy.
El propio imaginero ha expresado
a la cofradía del Miércoles Santo el ilusionante reto que ha supuesto forjar un
misterio de estas características, por la peculiaridad de dicha escena en nuestra
Semana Santa, algo que ha supuesto una mayor responsabilidad para el artista,
el cual ha debido investigar tanto en las Sagradas Escrituras como en la
Historia del Arte para reflejar sobre madera los rasgos característicos que
acerquen al espectador al mensaje de la escena.
Este sevillano, nacido en 1973, entró
muy joven a formar parte del taller del imaginero Antonio Dubé de Luque, el
cual lo tomó como discípulo suyo. En dicho taller se formó en el arte de la
imaginería, al tiempo que cursaba estudios en la Escuela de Artes Aplicadas y
Oficios Artísticos de la capital hispalense en las especialidades de escultura
de madera y piedra y cerámica, completando estudios después en la Facultad de
Bellas Artes de Sevilla. Su primera obra relevante la crea en el año 1992
cuando talla las imágenes de San Juan Evangelista y San Marcos para el paso
procesional del Santísimo Cristo de la Humildad y Paciencia de la Hermandad de
La Cena de Sevilla. Entre sus obras se cita el Santísimo Cristo de la Salud de
Coria del Río, titular de la Hermandad de La Borriquita de esta localidad,
tallada por él en el año 2000. Y es en el año 2016 cuando se le otorga el
premio "Semana Santa de Sevilla de las Artes", galardón que se le
entrega durante el transcurso de una gala programada para el 7 de marzo de
dicho año en el Teatro Lope de Vega.
El conjunto escultórico, que
saldrá por primera vez a la calle en apenas una semana, conserva perfectamente
las diagonales y está provisto de gran teatralidad. La sensación de movimiento,
junto con el resto de elementos auxiliares, provocará al espectador una mayor emoción
y sensación de gracilidad. Llama poderosamente la atención la expresión en la
mirada de cada una de las imágenes, dirigida siempre hacia el Señor, que se
eleva como protagonista de la escena y cúspide de la estructura piramidal del
conjunto, y la cual ha visto adelantada su posición hasta el centro del paso.
La obra se compone de tres
imágenes de bulto que representan a los Doctores de la Ley del Templo de
Jerusalén, tallados en madera de cedro y policromados, y dispuestos para ser
vestidos. Cada uno de ellos muestra una edad diferente, con la transcendencia
que ello supone dentro de la jerarquía de los escribas. En el boceto del
artista se puede observar a uno de ellos, el de mayor edad, apoyado sobre un
bastón en la parte trasera del paso, un segundo sentado sobre una jamuga, en
actitud inquisitiva y mostrando su condición de miembro destacado del Templo, y
el tercero de ellos, sentado sobre la grada en posición de escorzo, con la
mirada fija en el Señor en actitud dialogante, y apoyando sobre sus rodillas un
gran pliego con las Sagradas Escrituras, contrastando lo que Cristo dice con
los pergaminos de éstas.
Completan el misterio elementos estéticos
como la simbólica columna, que se ha desplazado fuera de la grada, un mueble
vitrina donde se guardan las Escrituras y un pebetero para quemar incienso.
Sin duda, el fin del mayor
proyecto ejecutado por la actual Junta de Gobierno que verá la luz el próximo
Miércoles Santo y que llenará de gran provecho artístico e innovará a la Semana
Santa de Estepa.
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