El pasado miércoles, día 6 de marzo y
“Miércoles de Ceniza”, daba comienzo la ansiada cuaresma que tanto se ha hecho
esperar para los cofrades este año por caprichos del calendario. Lo hacía con
un día gris, de cielos encapotados y con la provincia en alerta por lluvias
tras un año caracterizado por la falta de agua. Durante todo el día se sucedían
las tradicionales misas de la ceniza en los Templos de nuestro pueblo para
niños y mayores desde las 8 horas de la mañana en la Iglesia de Ntra. Sra. del
Carmen y terminando con la oficiada en San Sebastián a las 20:30 horas de la
tarde.
A las 19:30 horas de la tarde tuvo lugar la
Misa de la ceniza en una Iglesia de Los Remedios abarrotada de fieles, preludio
del acto que tendría lugar minutos más tarde con el Vía Crucis presidido la
imagen del Santísimo Cristo de la Humildad y Paciencia, titular de la
Pontificia Archicofradía Sacramental y Antigua Hermandad de Penitencia de El
Dulce Nombre de Jesús. A pesar de que las previsiones no eran nada halagüeñas y
que la hermandad del Miércoles Santo dejaba entrever horas antes en sus medios
oficiales que cabría la posibilidad de no salir, finalmente el Señor sí lo hizo
aunque la noche era fría y difícil de aguantar para muchos, pero el calor y amor
del Cristo Humilde y Paciente la hacía ser otra vez una noche mágica, como
todas las que preceden 40 días al Domingo de Ramos cada año.
A la finalización del mismo, la imagen quedó
expuesta en devoto besapié, viviéndose ese momento íntimo bajo la iluminación
de la cera ardiendo del altar que presidían el Dulce Nombre y la Virgen de la
Paz.
De esta manera la Cuaresma llegó a Estepa un
año más y un sinfín de actos cofrades y cultos de las hermandades se van a ir
sucediendo hasta la llegada de una nueva Semana Santa.
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