Durante los
días del 29 al 31 de Octubre la Antigua, Hospitalaria y Real Hermandad de Ntra.
Sra. de la Asunción ha venido celebrando el tradicional Triduo del Terremoto en
honor a su titular mariana, unos cultos que vienen a dar gracias a la patrona
por su protección de la villa en aquel violento temblor de tierra que hizo
grandes estragos en España y casi destruyó a Portugal en el 1755.
La tradición
nos ha conservado la idea del pánico que hubo en Estepa y de cómo aquel
sentimiento se desbordó en gratitud hacia la Virgen de la Asunción a quien la
fe arraigada y sincera de nuestros padres atribuyó la salvación milagrosa de
sus casas y personas. No se tiene noticias detalladas de aquel suceso,
únicamente que tuvo lugar el sábado 1º de noviembre del año antes citado; que
sus manifestaciones fueron imponentes; y que por merced providencial, sus
estragos en Estepa quedaron reducidos a desperfectos en algunos edificios, sin
que se lamentara la muerte de ninguna persona.
En los cultos
celebrados esta semana en agradecimiento a la Virgen, se ha podido ver a la
imagen sedente en su sillón, bajo su antiguo y valioso templete de plata, y con
los pies al descubierto, una imagen poco habitual en los últimos años. La última
vez en que se la pudo ver así se remonta a la Navidad de 2013, cuando la
hermandad, en una gran e innovadora iniciativa, representó un portal de Belén en el camarín
del Templo con la virgen vestida como una mujer hebrea de hace dos mil años,
portando a un niño Jesús en sus brazos y acompañada de San José.
Hoy, ella ya
está de vuelta en su camarín, sedente en su sillón y presidiendo su pueblo y su Templo.
Foto / Hdad. de la Asunción. |
Foto / Hdad. de la Asunción. |
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