La hermandad de San Pedro viene
apostando fuerte por la cultura desde la llegada de su nuevo hermano mayor,
Francisco Javier Marín Fernández, al cargo en el año 2017. Desde entonces, con
Eduardo Chía Cruz al mando de la diputación de Archivos Históricos de la
corporación, se han venido organizando varias conferencias, actos y
exposiciones para rememorar la vida de su titular San Pedro y la de miembros
que han dejado huella en el seno de la hermandad del Martes Santo.
Algunos de estos actos fueron la
conferencia ofrecida por Hipólito Sanchíz Álvarez de Toledo, Doctor en Historia
Antigua por la Universidad Complutense de Madrid y Profesor de la CEU-SAN
PABLO, versada sobre “Arqueología y Fe: La casa de San Pedro en Cafarnaúm” o la
exposición “San Pedro, Arte y Gratitud” en homenaje a Manuel Carballido, autor
de numerosas obras pintorescas y grabados para la propia hermandad.
Siguiendo esta línea de trabajo,
desde la hermandad se venía llevando a cabo conversaciones con un joven
lucentino de 33 años con grandes conocimientos sobre la autoría de la imagen de
San Pedro, Manuel García Luque, el cual tras las mencionadas conversaciones y
una reunión con los representantes de la hermandad hace tres semanas, aceptó la
propuesta de la misma para ofrecer una conferencia que finalmente se celebró el
pasado jueves, día 4 de junio, y que fue titulada “El escultor Pedro de Mena y
la imagen de San Pedro Apóstol de Estepa”.
El acto dio comienzo a las 9 de
la noche, en un marco incomparable como la Iglesia de la Asunción, a los pies
de la propia imagen de San Pedro, que aún presidía el altar mayor de tan
apreciado templo tras la celebración de su onomástica el pasado 29 de junio.
En primer lugar tomó la palabra
el hermano mayor, Francisco Javier Marín, quien tras una escueta alocución en
forma de agradecimiento a los ponentes, autoridad eclesiástica, comunidad
franciscana, corporación municipal y a todos aquellas personas que han
contribuido a que el acto fuera una realidad, dio la palabra al historiador
estepeño Ezequiel Díaz Fernández, quien hizo las veces de presentador y
biógrafo de los ponentes; de una parte Manuel García Luque, cuya trayectoria
académica ha estado vinculada a la Universidad de Granada donde se licenció en
Historia del Arte; y de la otra, Jesús Salvador Pastelero, Licenciado en Bellas
Artes con la especialización de conservación y restauración de obras de Arte por la
Universidad de Sevilla.
Acto seguido tomó la palabra el
primero de los conferenciantes, el cual desgranó en tres fases la vida personal
y profesional del reconocido escultor Pedro de Mena y Medrano. En una primera
fase expuso su vida, esculturas realizadas por éste a particulares,
exposiciones en su memoria, rasgos característicos de sus imágenes, etc. En la
segunda fase, en cambio, trató su vinculación con las hermandades, la hechura
de imágenes para culto de éstas, hallazgo de documentos y contratos para la
hechura de tallas devocionales, escrituras de donaciones por parte de su
segunda esposa tras su muerte, etc. En una última parte de la exposición, el
lucentino se centró en la figura del San Pedro estepeño y las similitudes que
comparte junto a otras tallas como el San Pedro del Monasterio de San Antón de
Granada, o el del Lavatorio de los pies de Lucena (Córdoba). Además, se pudo
observar el documento en el que se establece que la hermandad de las Lágrimas
del Señor San Pedro debía abandonar temporalmente la iglesia y hospital de la
Asunción el 31 de diciembre de 1674, así como los ojos originales que tenía la
imagen estepeña antiguamente, sustituidos por Francisco Berlanga de Ávila en la
restauración de 1991.
Por último, tomó la palabra el
segundo ponente, Jesús Salvador Pastelero, quien expuso a los numerosos
asistentes que llenaron el templo de la calle Castillejos los estudios realizados
durante la pasada cuaresma sobre la imagen de San Pedro, sobre todo los
científicos como la radiación ultravioleta y la microscopia digital, los cuales
reflejan claramente el estado de conservación en la que se encuentra tan
preciada imagen. Así mismo, tras el estudio, el restaurador llevó a cabo una
limpieza superficial de la suciedad acumulada que también mostró con vídeos e
imágenes de dicho proceso.
A la finalización del acto, el
hermano mayor de San Pedro hizo entrega tanto al presentador del acto como a
los conferenciantes de un grabado de la imagen de San Pedro, realizados por el
pintor estepeño, Manuel Carballido Macías.
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