El joven pregonero de la Virgen de la Esperanza
Coronada de 2018, D. Eduardo Palacios Palacios, ha accedido a este medio en los
días previos a su pregón para mostrarnos su cara más personal y los
sentimientos que le invaden a pocos días de subirse al atril. Hermano de la Archicofradía
de Paz y Caridad y costalero de la Santísima Virgen desde hace 6 años, Eduardo asegura
sentirse ilusionado ante un reto al que no imaginaba nunca tener que
enfrentarse.
- ¿De
dónde le viene su gran devoción a la Santísima Virgen de la Esperanza Coronada?
Bueno, sobretodo de la andadura que tuvo mi
padre como costalero de la Esperanza durante más de quince años e, incluso, de
algunos primos suyos que fueron costaleros y capataces. Además, mis abuelos
paternos han vivido toda su vida en la calle Roya y toda mi familia se ha
criado prácticamente alrededor de la Esperanza. Entonces, quieras o no, lo que
llevas viviendo desde pequeño te marca y se te queda grabado con esa gran
devoción.
- ¿Cómo
surge su designación y cómo fue su reacción?
Recuerdo que fue justo el día de la Inmaculada
de 2016, en el que yo vine a llevarla por primera vez, dado que ya estaba
dentro de la cuadrilla de la Esperanza, y fue Juanma Atero, capataz de ambas
imágenes y amigo mío, quien me lo propuso en una reunión que mantuvimos una vez
concluida la procesión de gloria. Y en cuanto a mi reacción pues ya te puedes
imaginar (risas), ya que fue un poco de sorpresa porque como he dicho antes
toda mi familia ha vivido siempre alrededor de la Esperanza, pero siempre ha
sido una relación más bien sencilla, de gente de abajo que nunca han estado
presentes en este tipo de actos.
-
Teniendo en cuenta esa gran devoción familiar hacia la Esperanza ¿qué
destacarías del momento en que se lo comunicas a ellos?
Destacaría, sobretodo, el momento en que se lo
comento a mi padre, ya que como he dicho antes, aunque toda la familia ha
estado en torno a la Virgen, lo que yo he vivido más de cerca ha sido a mi padre.
Por tanto, destacaría la emoción y sorpresa de un momento en que un padre ve
como le transmite ese sentimiento a su hijo hasta llegar al punto de que le va
a pregonar a ella.
-
¿Estaba en su cabeza pregonarle alguna vez a su mayor devoción?
No, para nada. Era algo que no imaginaba
porque, como vengo diciendo todo el rato, siempre hemos sido una familia
humilde, de costaleros y de gente que hemos estado alrededor de esto, pero que nunca
hemos pertenecido a la hermandad. Entonces yo sabía que mi labor iba a empezar
siendo costalero e iba a terminar siendo costalero de la Esperanza. Para nada
me esperaba que se me diera la oportunidad de poder ser su pregonero.
- ¿Cómo
fue el primer momento frente al papel?
Fue un momento difícil, ya que desde mi corta
experiencia como costalero de la Esperanza, ya que no llevo toda una vida sino
que van tan sólo 6 años llevándola, en todo este tiempo he podido descubrir que
alrededor de ella hay mucho sentimiento. Existen muchos corazones que cada día
se levantan con precisamente eso, la esperanza, y cada uno con su forma de
verla. Pero es un momento difícil cuando eres tú el que tienes que hablar y
transmitir lo que ella significa. No me lo tomé como tener que contar una
historia mía, sino como el momento de dar voz a todas esas personas que no la
tenían, entonces fue un momento complicado porque no creo que haya palabras que
puedan describir ese sentimiento.
- ¿Cuesta
volcar todo lo que uno siente o quiere expresar en un pregón?
A mí, particularmente, sí. Esto es como todo,
habrá personas a las que este tipo de encomiendas les cueste más y a otras que
les cueste menos, pero generalmente siempre cuesta porque uno sabe el
sentimiento que hay detrás de todo esto y no puede tomarse este tipo de cosas a
la ligera. Hay que sentarse muy bien y pensar tranquilamente en lo que estas
representando, y eso es complicado.
-
¿Qué consejos necesita un pregonero a la hora de escribir el texto?
El mayor consejo que yo daría, si es que soy
digno de dar alguno, sería la tranquilidad de saber que es un pregón, no es un
juicio ni nada por el estilo en el que nadie te está juzgando, donde no hay
palabra que esté mal dicha y que cualquier sentimiento que tengas hacia la
virgen va a ser bueno, nunca va a ser nada malo. Entonces, mi consejo sería la
tranquilidad y no tener miedo a hacerlo mal.
- ¿Cómo
etiquetaría su pregón?
Yo lo catalogaría como un pregón sentimental,
como todos, y basado en la sencillez de un costalero que viene todos los años a
cumplir su trabajo con la cara tapada debajo de un manto. Entonces yo
destacaría la sencillez de un pregón desde abajo. Y en cuanto a su estructura
hay parte que está escrita en verso y parte en prosa.
-
¿Qué mensaje espera transmitir?
Pues en un pregón de la Virgen de la Esperanza
el mensaje que se espera transmitir es siempre esperanza, tanto a las personas
que creen en ella como a las que necesitan creer en ella. En definitiva,
transmitirles que está aquí con nosotros, la tranquilidad y el seguir creyendo
en ella para que nos siga protegiendo.
- De
todo lo que ha vivido en estos meses, ¿se queda con algo en concreto?
Pues en relación a los primeros días, en los
que uno se siente nervioso porque se da cuenta de la ardua tarea que se le
presenta, recuerdo la gran frustración que sentí al pensar que nada de lo que
escribiese podría estar a la altura de lo que significa esta gran devoción. Es
por esto que anteriormente, cuando me preguntaba qué consejo daría a un
pregonero, llamé a la calma ante la frustración que uno siente en esos primeros
días. Y también quisiera destacar que aunque la labor de ser costalero es muy
sacrificada, para ser pregonero se necesita mucho sacrificio y luchar contra tu
cabeza en muchos momentos.
-
¿Cómo vive esas últimas horas antes de subirse al atril?
Lo vivo con muchos nervios, ganas e ilusión. La
verdad que esta oportunidad que yo tengo de poder expresar mis sentimientos
sólo se da una vez en la vida y a muy pocas personas. Entonces tengo los
nervios de querer hacerlo bien, pero por otra parte la alegría de poder
hacerlo.
-
¿Qué siente al saber que es usted uno de los pregoneros más jóvenes de la
Esperanza?
Anteriormente ha habido otros más jóvenes que
yo, pero no es un tema que me importe ni que deje de importarme. Yo creo que
cada momento le llega a cada persona en unas determinadas circunstancias y a mí
me ha llegado ahora. Yo pienso que si me hubiera llegado más tarde,
evidentemente lo hubiera basado sobre una mayor experiencia, pero el momento ha
llegado y lo voy a disfrutar al máximo.
- En
cuanto a la marcha del pregonero, ¿cuál ha elegido y por qué?
He elegido la marcha Caridad del Guadalquivir,
debido a que en mi etapa como músico de la Agrupación Musical de esta hermandad
yo conocía una serie de marchas que eran bastante significativas precisamente
para esta hermandad, y ésta marcha era una de ellas. Entonces, basándome en la
sencillez y el gran sentimiento que desprende esta clásica composición, además
de que no se puede comparar con ninguna otra, por eso la he elegido.
-
Resúmanos el pregón en tres palabras o con una frase.
Mi pregón será una muestra de la sencillez de
un costalero.
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